Gestión de la Nómina
Estatuto del Becario 2025
Publicado el 23 junio 2025
Modificado el 1 octubre 2025

¿Cuál es el origen del Estatuto del Becario y su situación actual?
En la reforma laboral que introdujo el Gobierno en 2021 (Real Decreto 32/2021), se encargó de dejar constancia de esta nueva normativa en la Disposición Adicional Segunda del texto. En ella, el Ejecutivo se comprometía a desarrollar un marco específico que regulase las prácticas formativas en colaboración con los agentes sociales y la patronal de empresarios. Algo que también se comenzó a conocer como Estatuto o “Ley del Becario”.
Sin embargo, la mayoría de estos encuentros terminaron sin consenso, y eso fue lo que ha ido retrasando la aprobación de la nueva ley de los becarios. En junio de 2023 se alcanzó un principio de acuerdo, aunque desde entonces el texto permaneció en revisión. Un año después, en 2024, se sometió el texto a consulta pública y tras las últimas modificaciones, en 2025 se ha presentado un anteproyecto de ley, que ya recibió un informe favorable por parte de la Secretaría de Estado de Empleo.
Pero ¿Cuándo será aprobado el Estatuto del Becario? Se espera que sea durante el segundo semestre del año se apruebe en el Consejo de Ministros. Tras este periodo, el texto deberá pasar al Congreso de los Diputados, donde antes de final de año es previsible que se apruebe. Pero todavía hay varios interrogantes sobre la fecha definitiva, ya que primero debe sacarse adelante la votación en la Cámara Baja y, posteriormente, debe ser valorada y votada nuevamente en el Senado.
En cualquier caso, la intención es tener lista la normativa cuanto antes, y tras el acuerdo entre los sindicatos y la patronal, es solo cuestión de tiempo que esto suceda.
¿Qué marco normativo regula las prácticas en la actualidad?
Uno de los beneficios que ofrece a todas las partes el Estatuto del Becario es que unifica los criterios sobre las prácticas laborales. Hasta ahora, hay hasta tres textos diferentes que se encargan de ello:
- Real Decreto 1707/2011, en el que se regulan las prácticas académicas externas de los estudiantes universitarios.
- Real Decreto-ley 28/2018, que establece la obligación de que el periodo de prácticas cotice a la Seguridad Social.
- Real Decreto 32/2021. Además de hacer una introducción al Estatuto del Becario 2025 del que estamos hablando, en la reforma laboral también se regularon los contratos de formación, que hasta ese momento se empleaban de forma indiscriminada para reducir la remuneración de los trabajadores y enmascarar la temporalidad.
Estos textos, aunque en su momento supusieron importantes avances para regular el mercado laboral y la situación de los becarios, todavía carecen de mecanismos homogéneos para regular aspectos fundamentales. Como por ejemplo las horas máximas que deben realizarse, el reconocimiento de las vacaciones a los becarios o la compensación de gastos. Como resultado, muchos estudiantes se han visto encadenando contratos de prácticas y siendo utilizados para tareas que poco tienen que ver con su formación.
Además, la normativa tiene lagunas importantes que muchas veces terminan rellenándose gracias a los diferentes convenios colectivos, pero que tienen diferencias sustanciales entre ellos y que pretenden subsanarse con la Ley del Becario.
Las principales ventajas del nuevo Estatuto del Becario 2025
Como hemos explicado al inicio de esta guía tanto los estudiantes como las organizaciones pueden beneficiarse de esta nueva normativa. Vamos a explicar cómo:
Beneficios de la Ley del Becario para los estudiantes
Los trabajadores que se encuentren realizando las prácticas laborales, a partir de ahora tendrán derecho a un periodo de descanso que sea equivalente al tiempo dedicado. De esta forma, se garantiza un mínimo de descanso diario, y también cada semana y cada año. De manera que este sea idéntico al de cualquier trabajador con contrato a tiempo parcial.
Además, esta nueva norma prevé que se cubran los gastos esenciales necesarios para la realización de las prácticas, tales como el transporte, el alojamiento y la manutención. Siempre que el estudiante no se beneficie de otras ayudas para ello, como pueden ser becas, etc. Así, se elimina una barrera económica fundamental y evita que los estudiantes tengan que solicitar préstamos o buscar recursos adicionales solo para seguir formándose en el entorno laboral.
Otro aspecto de la reforma laboral para becarios que debemos reseñar es el del tutor. Muchas compañías, como consultorías, grandes multinacionales, etc, incorporan en sus equipos a un gran número de becarios. Con algunos casos tan flagrantes como el señalado en la sentencia 234/2023, del Tribunal Superior de Justicia de Murcia. Donde en una empresa de tan solo 27 trabajadores había hasta 31 becarios. Para evitar ese tipo de abusos, en la nueva ley de los becarios cada tutor puede tener a su cargo a un máximo de cinco estudiantes en prácticas en empresas de más de 30 trabajadores. Y en organizaciones más pequeñas, el número se limita a solo tres. Con esto se garantiza una mejor supervisión para cada uno de los estudiantes y se pone coto a los abusos.
Ventajas para las empresas
Desde el punto de vista empresarial, también hay beneficios sustanciales que queremos mostrar. Por un lado, la normativa introduce bonificaciones en la cotización para las compañías que apuesten por transformar el periodo de prácticas en un contrato laboral. Estos incentivos vienen definidos en la Ley de Medidas Urgentes de 2023 (Real Decreto-ley 1/2023), y son los siguientes:
- 128 euros al mes por la conversión de contratos de prácticas en indefinidos para hombres.
- 147 euros al mes por la conversión de contratos de prácticas en indefinidos para mujeres.
Ambas medidas tienen una duración de tres años, lo que supone un ahorro de entre 4608 y 5292 euros por trabajador.
Por otro lado, esta norma también define de forma precisa cuándo las prácticas adquieren la consideración de relación laboral. Algo que debe transformarse en un contrato para evitar el fraude de ley y que hasta ahora era más difuso. Por tanto, ahora existe una mayor seguridad jurídica y se reduce el riesgo de sufrir una inspección de trabajo por usar de manera indebida a los becarios.
Adoptar el Estatuto del Becario se va a convertir en una increíble oportunidad competitiva. Y es que aquellas compañías que desarrollen mejor la estrategia y creen programas formativos de calidad tendrán una mayor facilidad para captar talento. Además, los estudiantes en prácticas tendrán una gran posibilidad para pasar a formar parte de la plantilla gracias a los incentivos establecidos en la ley. Y la estrecha colaboración que se debe dar entre organizaciones privadas y centros educativos y universidades favorecerá el networking y ayudará a las compañías a detectar los perfiles especializados que necesitan de manera temprana.
El contenido esencial del Estatuto del Becario
Además de todo lo que hemos mencionado, hay importantes novedades que estandarizarán las prácticas y evitarán el abuso por parte de las empresas. Uno de los cambios tiene que ver con la nomenclatura. Si bien el término “Estatuto del Becario” se ha convertido en un referente para referirse a esta legislación, precisamente el concepto “becario” se sustituye de manera permanente. En su lugar, habrá que referirse a los estudiantes que hagan prácticas en las empresas como “persona en prácticas formativas no laborales”, con el propósito de dignificar este puesto y con el ánimo de profesionalizarlo.
Las empresas tendrán trabajo por delante con la reforma laboral para becarios, puesto que será necesario que cada puesto de prácticas cuente con un programa formativo detallado. En él tendrán que incluirse los objetivos que se persiguen, las competencias que adquirirá el estudiante y un cronograma con las actividades que se realizarán. Eso sí, todo dentro de unos límites establecidos por la normativa. Concretamente, de un máximo de 480 horas. Y siempre que estas no superen el 25 % de los créditos de la titulación. Además, ya no será posible encadenar contratos de prácticas, puesto que el estudiante tendrá que pasar, como mínimo, un 50 % del tiempo de las anteriores sin realizar unas nuevas. Por ejemplo, en el caso de las 480 horas, tendría que esperar 240 horas para firmar unas nuevas prácticas. Lo que equivaldría a, aproximadamente, mes y medio.
Además, según la nueva ley de los becarios ninguna de las tareas realizadas durante las prácticas deben sustituir o reemplazar las que ya realizan los empleados con contrato. Y esto es algo a tener en cuenta, ya que si se descubre que se están haciendo funciones del personal laboral, se considerará como tal por parte de la Inspección de Trabajo. Y las multas también serán cuantiosas, con un mínimo de 7500 euros y un máximo de 225.000.
Cambios operativos que deberán afrontar las empresas con la Ley del Becario
La llegada del Estatuto del Becario obligará a las empresas a implementar cambios y ajustes en sus procesos internos, sobre todo en el departamento de Recursos Humanos y en el de Formación. Y es que, una vez sea aprobado el Estatuto del Becario, las compañías tendrán que revisar sus convenios de colaboración. No solo será necesario actualizar las cláusulas sobre duración, funciones, etc. Además, habrá que documentar los programas formativos que se van a implementar para que haya constancia, por escrito, de cuáles son los objetivos que se persiguen y a qué actividades se vinculan.
Por otro lado, es posible que sea necesario realizar ajustes o destinar recursos adicionales por parte del departamento de Finanzas. Hay que tener en cuenta que será obligatorio abonar los gastos en los que incurran los estudiantes, o bien ofrecerles un salario durante sus prácticas.
Lo que continuará sin cambios es lo relativo al alta en la Seguridad Social, ya que esto es obligatorio desde el pasado 1 de enero de 2024, por lo que todas las compañías deben llevarlo a cabo. Lo que sí es importante es señalar que este alta se tiene que gestionar mediante un registro específico, siempre y cuando se trate de prácticas no remuneradas (TRL 993).
Además de lo anterior, el Estatuto del Becario 2025 señala la importancia de respetar los descansos, al igual que ocurre con el resto de la plantilla, como ya hemos señalado. Por ello, con la próxima llegada del Registro Horario Digital, los becarios y estudiantes en prácticas también tendrán que utilizarlo para registrar su jornada.
Otro cambio relevante de la reforma laboral para becarios tiene que ver con la organización de los turnos. Y es que es necesario nombrar un tutor, labor que deben realizar empleados de la compañía. La elección de estos es importante, puesto que deben evaluar las competencias de los estudiantes y servir de nexo con los centros académicos.
El Estatuto del Becario que se espera que se apruebe a lo largo de 2025 supone un importante avance para regularizar las prácticas en España. La medida no solo va a resultar beneficiosa para los estudiantes, sino que también supone un antes y un después para las empresas. Ya que se evita que aquellas que están cometiendo abusos continúen con esta práctica, lo que premia a la gran mayoría que sí están desarrollando las prácticas de manera legal. Además, aporta un marco normativo equilibrado que ofrece a las empresas claridad, incentivos y las herramientas necesarias para desarrollar programas de formación.