La estabilidad de los contratos fijos se ha reducido en los últimos meses según la última edición del Índice de Dinamismo Laboral elaborada por el IESE y Cegid

• En septiembre de 2022 el indicador de Dinamismo Laboral (Cegid IDL) ha registrado un 4,5%, observando una ligera disminución desde el último periodo analizado.

• Mientras que desde 2018 hasta finales del 2021 el 90% de los nuevos contratos firmados eran temporales, en septiembre de 2022 los nuevos contratos fijos representan casi el 70% del total y con una tendencia creciente.

• Aunque el informe muestra que los contratos fijos son ahora más habituales, estos muestran una mayor inestabilidad que antes de la reforma laboral de diciembre 2021.

Madrid, 17 de noviembre de 2022. Según la 15ª edición del informe del Índice de Dinamismo Laboral elaborado anualmente por Cegid, proveedor líder global de soluciones de gestión empresarial en la nube para los sectores de Finanzas (Tesorería, Fiscalidad y ERP), Recursos Humanos (Nómina, gestión del Talento), Contabilidad, Retail, Emprendedores y Pequeñas Empresas, y el IESE para analizar los movimientos producidos en la fuerza laboral en España, el indicador ha experimentado una disminución alcanzando un 4,5%, respecto al 6% registrado en abril de 2022. El informe, realizado a partir de los datos de 80.500 trabajadores pertenecientes a 243 empresas, apunta que este cambio de tendencia experimentado en los últimos seis meses puede deberse a distintas causas tales como la influencia del cambio normativo del Real Decreto-Ley 32/2021 en la rotación de las plantillas o en la ralentización del crecimiento económico en España iniciada en primavera de 2022.

Evolución del Índice de Dinamismo Laboral (Cegid IDL) noviembre 2022 

Aumento significativo de los contratos fijos

Mientras que los informes anteriores estuvieron centrados en analizar el impacto de los efectos de la pre y post pandemia en el comportamiento de mercado laboral, la principal novedad de esta edición reside en el estudio del impacto del Real Decreto-ley 32/2021 comúnmente conocida como “reforma laboral” y cuyos cambios más relevantes afectan a las tipologías de contratos. Es importante destacar que la entrada en vigor de la reforma coincide con algunos cambios en el cuadro macroeconómico nacional como; la aceleración de la inflación, las medidas antinflacionarias de dos de los bancos centrales y la incertidumbre provocada por la situación política internacional, que afectan el ciclo económico y, por tanto, al mercado de trabajo.

Una de las principales conclusiones de esta edición revela que, si desde principio de 2018 hasta finales de 2021 el 90% de los nuevos contratos firmados eran temporales, en septiembre de 2022 los nuevos contratos fijos representan casi el 70% del total y con tendencia creciente. Asimismo, un análisis detallado indica que el empleo en contratos fijos y fijos a tiempo parcial ha aumentado significativamente durante 2022, frente una caída de los contratos temporales y temporales a tiempo parcial.

Cambio de tendencia en la tipología de cese de contratos

Además, el informe también muestra un cambio de tendencia en los tipos de cese de contratos. Mientras que entre el periodo de 2018 y 2021, las bajas de contratos temporales suponían el 75% de todas las terminaciones, en septiembre de 2022, las extinciones afectan en la misma medida a contratos fijos y los temporales. Por tanto, parece que la estabilidad de los contratos fijos se ha reducido sugiriendo la posibilidad de que ahora estos sean utilizados para contrataciones de corta duración.

Respecto a la variación en el tamaño de las empresas experimentado en el último semestre del año, los datos sugieren que varios acontecimientos que afectan al mercado laboral, como la pandemia o el cambio de normativa, no han tenido un efecto a medio plazo sobre el tamaño organizacional ,si no se consideran los expedientes de regulación temporal de empleo ERTE; sin embargo, sí lo han tenido sobre la rotación de plantillas analizado por el IDL, ya que este indicador reacciona de forma rápida a las variaciones del ciclo económico y del entorno en general.

Mayor estabilidad en el mercado de trabajo y menor estabilidad de los contratos fijos

Como principales conclusiones de este nuevo estudio cabe destacar que en 2022 se ha producido un descenso en el IDL, es decir, un menor movimiento de trabajadores entre puestos de trabajo, a la par que un cambio de tendencia en la estructura contractual con mayor uso de contratos fijos, lo que sugiere un mercado de trabajo más estable en general.

Por otro lado, el mayor porcentaje de terminaciones de contratos fijos y la menor duración de estos, hacen pensar que el cambio no está convirtiendo relaciones laborales que eran temporales en fijas, con las características de estabilidad de éstas últimas. Es decir, parece que los contratos fijos son ahora más habituales, pero menos estables que antes de la reforma laboral de diciembre 2021.

Según Marta Elvira, profesora de IESE Business School, y directora de la investigación del IDL desde sus inicios: “El dinamismo laboral decrece desde abril. Este cambiado de tendencia coincide con serias tendencias como la implementación de la reforma laboral, el aumento de la inflación, la respuesta de los bancos centrales y la inestabilidad geopolítica internacional. En conjunto, estos cambios aumentan la incertidumbre lo que puede reflejarse en un mercado de trabajo menos dinámico. En cualquier caso, la reforma ha tenidos efectos importantes sobre las tipologías de contratos laborales utilizados, siendo ahora los contratos fijos y fijos a tiempo parcial los más utilizados para las nuevas contrataciones. Sin embargo, nuestros datos detallados a nivel de empresa sugieren que la antigüedad media de los contratos fijos ha disminuido. Habrá que evaluar cuidadosamente si el cambio en la naturaleza de los contratos corresponde en el largo plazo a una mayor estabilidad para los trabajadores.”

Para Maria José Fraile, directora de RR.HH. de Cegid Iberia y Latam, “Es importante poder tener la oportunidad de contrastar con datos reales de nuestros clientes el impacto de los cambios y devenires de nuestra economía y legislación más allá de posibles elucubraciones. Sin duda, resulta muy interesante observar cómo más allá de dichos cambios, la realidad del mercado se impone. Lo que nuestros datos parecen apuntar es que independientemente del modelo de contratación fijo/temporal, existe una tendencia a realizar contratos que de una manera y otra tienen una duración determinada y no de larga duración. Será interesante analizar cómo evoluciona en el futuro próximo esta tendencia”