Qué son los impuestos indirectos

Cuál es la diferencia de un impuesto indirecto de uno directo

La principal diferencia entre impuestos indirectos y directos radica en la naturaleza tributaria de los mismos. Cuando hablamos de impuestos indirectos, estos cumplen el principio de regresividad y cuando hablamos de directos, de progresividad, estos principios tributarios afectan en la base imponible sobre la que se aplican.

Es decir, los impuestos indirectos se aplican sobre el consumo y los servicios sin considerar las circunstancias personales (solvencia económica, patrimonio, etc.).

En cambio, los impuestos directos, que recaen bien sobre las personas físicas o bien jurídicas, sí tienen en cuenta la capacidad económica del contribuyente, y siempre tendrán un tipo más elevado o incluso aplicación o no, según la capacidad económica.

Tipos de impuestos indirectos

En España existen distintos impuestos indirectos y todos ellos comparten la característica de que no tienen en cuenta la capacidad económica del contribuyente o sus manifestaciones de riqueza. Podemos clasificarlos en dos grandes grupos, según si son recuperables o no.

Impuestos indirectos recuperables

Son aquellos que dentro de su naturaleza y del trato fiscal que reciben son devueltos al contribuyente. Es el caso del impuesto sobre el valor añadido. Este permite a las empresas que la cuantía que pagan como clientes a la hora de adquirir un producto o servicio sea, en primer lugar soportado, pero posteriormente repercutido sobre sus clientes mediante facturas, quedando así compensado el cómputo general.

Impuestos indirectos no recuperables

Los impuestos indirectos no recuperables son aquellos que al ser pagados no existe forma de que ya en su totalidad o parcialmente sean compensados al contribuyente.

En España podemos destacar los Derechos de Importación, las Transmisiones Patrimoniales y los Impuestos Especiales, que se gravan sobre productos muy específicos del mercado como alcohol, hidrocarburos, tabaco, o sobre la matriculación de vehículos de motor u otros medios de transporte.

Impuestos indirectos en España

Si bien es cierto que el IVA es una de las principales fuentes de recaudación del Estado, y el principal impuesto indirecto, no es el único, veamos a continuación algunos ejemplos de impuestos indirectos existentes:

Ejemplos de impuestos indirectos

El IVA o Impuesto sobre el valor añadido

El iva es un impuesto indirecto que recae sobre las ventas, de modo que su objeto es el consumo.

Para entender por qué el iva es un impuesto indirecto hay que destacar que no tiene en cuenta las circunstancias económicas personales y familiares, y que estas no se consideran para determinar el importe a satisfacer.

No obstante, el que vende o presta un servicio. No obstante, el que vende o presta el servicio no soporta la cuantía de este impuesto que sí repercute en el consumidor, que es quien lo soporta.

Cada 3 meses el iva debe liquidarse ante la Agencia Tributaria correspondiente.

Se hace a partir de la diferencia entre el impuesto repercutido en las facturas emitidas a sus clientes y el impuesto soportado en las facturas de gastos. Cabe destacar que el tipo impositivo del impuesto no es uniforme, existen diferentes tipos de iva (General, Reducido y Súper reducido), que gravan con un porcentaje diferente.

El ITP y AJD o Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados

El Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actividades Jurídicas Documentadas (ITP y AJD) es un impuesto indirecto, cedido a las Comunidades Autónomas y cuyo objeto de grabación respondería a tres actos:

· Las transmisiones de bienes o derechos entre particulares; siempre que sean con contraprestación económica (a cambio de dinero).

· Las operaciones societarias realizadas por las entidades y los socios de las mismas (ampliaciones de capital, compraventa de acciones, constitución de préstamos entre la entidad y los socios, liquidación de la sociedad…)

· Los actos jurídicos documentados (AJD), haciendo referencia a la gravación de la firma de documentos notariales, mercantiles o administrativos.

La Renta de Aduanas

La renta de aduanas es el impuesto indirecto, no recuperable, cuyo objeto de gravamen, es la importación de bienes procedentes de cualquier país ajeno al Territorio Aduanero Comunitario de la Unión Europea.

Los impuestos especiales

Estos impuesto gravan la compra o consumo de algunos bienes específicos.

Aquí se incluyen los impuestos sobre las bebidas alcohólicas, el tabaco, los hidrocarburos, la electricidad, etc.

Cabe destacar que son los impuestos con mayor tipo impositivo y que gravan realidades que generan costes sociales, destacando su finalidad extrafiscal, como instrumentos de las políticas sanitarias, energéticas o medioambientales.

Otros impuestos indirectos

Con independencia de los impuestos especiales territoriales que afectan a Canarias, Ceuta y Melilla, y al margen de los impuestos indirectos de carácter estatal que venimos analizado en los puntos anteriores, también existen otros impuestos indirectos que son locales e incluso autonómicos.

Estos son algunos de ellos:

· IBI o Impuesto sobre Bienes Inmuebles que hay que pagar por ser propietario de una vivienda.

· Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica o Impuesto de Circulación que se paga por tener un vehículo (coche, moto, caravana…) que pueda circular por España.

· Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras.

Impuestos indirectos en Navarra

La Comunidad Foral de Navarra cuenta con un instrumento propio de la Hacienda foral que recauda los impuestos y entrega una parte de esos ingresos al Estado para cubrir las competencias y servicios que la región no tiene asumidos.

Navarra tiene potestad para fijar tributos diferentes a los del resto del Estado, pero siempre dentro de unos márgenes y esto se aplica en los que impuestos directos.

Los impuestos indirectos, como el iva, sobre el tabaco, el alcohol o los hidrocarburos, deben respetar los tratados de la Unión Europea, por lo que son iguales en la Comunidad Foral a los del resto de España.

Conclusiones

Desde un punto de vista económico los impuestos indirectos son un potente instrumento de financiación para las Administraciones Públicas.

Esto es así debido a su facilidad en la recaudación, si los comparamos con los directos, y que los contribuyentes son menos proclives al fraude impositivo, ya que se pagan directamente al consumir.

Cabe destacar también que con los impuestos indirectos suele tenerse la percepción general de que son menos justos que los impuestos directos.

Esto se da porque no existe un principio de progresividad y su aplicación es indiscriminada al uso que se puede hacer de la mayor o menor capacidad económica ya sea de quien consume (comprador) o quien transfiere (vendedor) los bienes.