¿Qué es la evaluación del desempeño? Una herramienta clave para la gestión del talento

La evaluación y gestión del desempeño es una de las herramientas clave para la gestión del talento de las empresas.

Una de las labores más importantes de RRHH es conocer cómo están desempeñando su trabajo los miembros de la plantilla. La evaluación del desempeño permite medir el rendimiento de los empleados y se convierte en una de las mejores estrategias para la retención del talento.

A la hora de evaluar el tanto es necesario realizarlo de una manera planificada e inteligente, teniendo en cuenta no solo la consecución de los objetivos sino otras variables como la satisfacción de los empleados.

De esta manera, la evaluación del talento tendrá un efecto directo sobre la motivación y la productividad de las personas que forman parte de la empresa.

 

¿Qué es la evaluación del desempeño laboral?

La evaluación del rendimiento es una herramienta fundamental en la gestión de los recursos humanos de una empresa.

Se trata de una herramienta de medición que permite conocer el grado en que los empleados de una empresa están cumpliendo los objetivos y generando valor para la misma.

En realidad, más allá de ser una herramienta la evaluación del desempeño es una etapa en la gestión del talento que no solo persigue analizar lo conseguido por los empleados sino, sobre todo, usar indicadores clave que permitan evaluar su potencial para, a partir de ahí, trabajar en explotarlo al máximo.

Una definición de la evaluación del desempeño laboral más completa es aquella que lo conceptualiza como el sistema que mide de forma objetiva e integral la conducta profesional, las competencias, el rendimiento y la productividad de cada empleado.

Dicho de otra manera: cómo es cada empleado, qué hace en su día a día y qué objetivos alcanza. 

La evaluación de desempeño permite al departamento de RRHH dar respuesta a una de sus mayores necesidades: la de medir el talento y rendimiento de los empleados, detectando errores y necesidades en su gestión.

Gracias a ella la empresa también puede mejorar su capacidad de retención del talento de varias maneras. Entre ellas, analizando si está sabiendo cumplir con las expectativas de los empleados.

 

¿Qué es el desempeño laboral?

Si hablamos de evaluación del desempeño, inevitablemente debemos hacer una parada para definir qué es el desempeño laboral.

A grandes rasgos, se trata de la calidad del trabajo que realiza un empleado dentro de la organización y cómo este impacta en los resultados del negocio.

Sabiendo esto es fácil identificar la importancia de medir el desempeño de los empleados. No solo porque un mal desempeño pueda perjudicar a la empresa sino porque, por el otro lado, uno bueno puede aumentar la motivación y contribuir a mejorar los resultados organizacionales.

 

¿Por qué medir el desempeño de los empleados?

El desempeño laboral afecta de manera directa a la productividad de los empleados y, por lo tanto, de las organizaciones. Pero más allá de esto, hay otras razones por las que hacer una evaluación de desempeño dentro de las empresas:

• Permite detectar errores y fortalezas en la ejecución de tareas.
• Permite analizar si el empleado se adecúa a su puesto de trabajo, y viceversa.
• Permite detectar sesgos y agentes externos, es decir, si algo que no tiene que ver con la empresa está afectando al rendimiento del empleado.
• Evaluando es posible implementar planes de incentivos y gratificaciones extraordinarias que premien el trabajo y fomenten la motivación de los empleados.
• Permite determinar si es necesario establecer planes de formación y planes de carrera.

En definitiva, implantar un sistema de evaluación del talento permite identificar fortalezas y debilidades, ofrece retroalimentación de los empleados y establece metas para el desempeño futuro.

Todo ello incide de manera muy directa en la capacidad de gestión y, especial, de retención del talento de las organizaciones.

 

La evaluación del desempeño y la gestión del talento

Como hemos visto, la evaluación del desempeño es uno de los pilares fundamentales de la gestión estratégica del talento, es decir, el proceso que busca atraer y retener empleados de alta calidad, desarrollar sus habilidades y motivarles para mejorar en su trabajo.

O, dicho de otra manera: su desempeño.

Es bien sabido que sin análisis no hay acción. Por eso, para motivar a los empleados a hacerlo mejor, el punto de partida debe ser el análisis y la evaluación de lo que hacen.

La evaluación y gestión del desempeño es uno de los principales recursos de los que dispone la empresa para mejorar su capacidad de retener talento y motivar a sus empleados durante el tiempo de relación con la empresa.

 

Características de la evaluación del desempeño laboral

Muchas personas asocian la evaluación del rendimiento con incómodas conversaciones sobre el cumplimiento de los objetivos fijados. Sin embargo, es algo que debe ir mucho más allá.

Lo cierto es que estas evaluaciones son un instrumento de liderazgo de gran valor para la gestión del talento humano. Entre los principales beneficios de la evaluación del desempeño podemos citar que aumentan la confianza entre empleados y managers, refuerzan los equipos de trabajo y marcan la ruta a seguir hacia la mejora de los resultados.

Para lograrlo lo más adecuado asegurar el cumplimiento de algunas características de la evaluación del desempeño que resultan fundamentales para su éxito:

• Debe realizarse de forma que se midan todos los parámetros profesionales (hard skills y soft skills) y no solo la consecución de resultados.
• La información extraída debe ser de utilidad para la empresa y, para ello, hay que planificarla y prepararla adecuadamente.
• Debe ser un proceso continuo y tener una periodicidad determinada, de forma que la empresa pueda extraer un histórico que proporcione información valiosa.
• Además, la evaluación del rendimiento debe ser bidireccional: el manager debe evaluar al empleado, pero también al revés.

Estas son las características de la evaluación del desempeño que más hay que tener en mente a la hora de elaborar una. De esta manera, la evaluación tendrá una utilidad real en la resolución de conflictos, la mejora de la productividad y/o la formación del empleado. Y, por lo tanto, permitirá lograr su objetivo último: la retención del talento.

 

¿Qué se puede medir en una evaluación del desempeño?

Una evaluación del desempeño debe ir más allá de un simple análisis de consecución (o no) de objetivos. Lo cierto es que estos no dependen al cien por cien del buen o mal hacer del empleado sino que puede haber factores externos que influyen directamente.

Por ejemplo, un comercial puede hacer muy bien su trabajo, pero si nos encontramos en un periodo de crisis obtendrá peores resultados que en una época de esplendor económica. Asimismo, los conflictos sociales, los incidentes medioambientales… pueden influir de manera determinante en el desempeño de un empleado.

Por eso, a la hora de evaluar el desempeño laboral conviene tener en cuenta otros aspectos como:

• La productividad laboral y la eficiencia. Se trata de cumplir los objetivos concretos en el plazo establecido, y hacerlo con la calidad esperada.
• El clima laboral. ¿La empresa cumple con sus expectativas? ¿Tiene una buena relación con el resto del equipo?
• Soft skills, como la inteligencia emocional, la actitud o la capacidad de trabajo en equipo. ¿Se coordina y trabaja bien con el resto de los miembros del equipo?

Cuando en la evaluación del desempeño se introducen todas estas variables es cuando realmente se convierte en una herramienta clave para la gestión del talento humano de las organizaciones.

Es entonces cuando permitirá a los empleados conocer qué están haciendo bien, cómo pueden mejorar y cómo alinear su trabajo con los objetivos organizacionales. Y cuando los managers y el equipo de RRHH puede identificar dónde está realmente el talento, fomentar su crecimiento y desarrollo y aumentar su compromiso con la empresa.