Aplicación de la mHealth en la gestión sanitaria para mejorar la eficiencia clínica

La telemedicina se ha posicionado como un nuevo método de atención a los pacientes. Gracias a la tecnología sanitaria, ya no es necesario acudir presencialmente a la consulta, algo que facilita las revisiones médicas a pacientes que viven en áreas rurales o que tienen dificultades para desplazarse hasta el centro de salud. No obstante, es importante conocer para qué está pensada la mHealth, puesto que no sustituye por completo las visitas presenciales, sino que las complementa.

En este artículo, vamos a hablarte sobre los conceptos más relevantes de la salud digital y haremos un repaso por cómo puede beneficiar a los pacientes. Además, explicaremos algunos retos que todavía tiene por delante la innovación en salud, como, por ejemplo, la privacidad y la confidencialidad de los datos. También hablaremos de los beneficios que ofrecen estas apps a los sanitarios, como el monitoreo de pacientes o la intercomunicación entre profesionales.

Conceptos fundamentales de la mHealth en la gestión sanitaria

Este término hace referencia a lo que podría traducirse como salud móvil. Y es que, gracias a los dispositivos inteligentes como los teléfonos y las tabletas, se pueden utilizar aplicaciones de salud que optimizan la atención sanitaria y facilitan su acceso a muchos usuarios. A continuación, vamos a mostrarte algunas de las características más destacadas.

Portabilidad y accesibilidad

Proporcionar acceso a la sanidad en cualquier lugar y sin importar la situación es algo fundamental para los usuarios del sistema sanitario. Y esta es la principal característica de la salud a distancia. Cada paciente puede monitorizar su estado de salud gracias a dispositivos como pulseras inteligentes o monitores de actividad. Asimismo, pueden recibir información sobre tratamientos, o directamente hablar con un médico o enfermero sin que las barreras geográficas supongan un impedimento.

Acceso a Internet

El hilo conductor de todas las gestiones de salud móvil es el acceso a Internet para la atención médica remota. Y es que, a pesar de que también se pueden llevar a cabo consultas telefónicas, la mayor utilidad de este tipo de atención sanitaria tiene que ver con su capacidad para ofrecer un valor añadido a los pacientes sin importar dónde se encuentren.

Para ello, Internet es la solución más eficiente para esta innovación en salud. No importa si se trata de una red doméstica o móvil, puesto que la exigencia de datos no es elevada.

Utilización de aplicaciones de salud móviles en la asistencia sanitaria

Si Internet es necesario para llevar la mHealth a todos los usuarios, las aplicaciones de bienestar que se diseñan para facilitar su acceso a la sanidad son la piedra angular de todo el sistema. El desarrollo de estas apps se centra en abordar requerimientos muy específicos de los pacientes.

Los más comunes se emplean para el monitoreo de pacientes para controlar su estado de salud. Y lo hacen basándose en sus propios datos biométricos, en muchas ocasiones recogidos por otros dispositivos o sensores IoT (Internet de las cosas).

Los datos se sincronizan de forma periódica con la aplicación móvil y los datos almacenados quedan a disposición de los profesionales sanitarios. Así, se puede valorar el estado general de salud de cada paciente y se pueden reconocer signos tempranos de alerta.

Por ejemplo, en caso de que se produzca una pérdida drástica de peso o de que se incrementen las pulsaciones en reposo. Otros parámetros que se registran tienen que ver con el oxígeno en sangre, la presión sanguínea o los niveles de glucosa. Todo ello dependiendo del tipo de paciente.

El control de la medicación es otro de los puntos vitales, sobre todo en pacientes de edad avanzada o con problemas cognitivos. Las aplicaciones de salud desarrolladas con este propósito permiten anotar si se ha tomado un medicamento. Y en caso de que el paciente no lo haga, el servicio de teleasistencia contacta con él para recordarle lo que debe hacer.

Por último, como ya te hemos explicado, el acceso a la sanidad universal es una prioridad de la salud móvil. Por ello, son muchas las aplicaciones de salud, en especial en el sector privado, que centran sus esfuerzos en facilitar la comunicación entre médicos y pacientes.

Para ello, hacen uso de videollamadas que se programan como cualquier otra consulta. Además, pueden solicitarse servicios de urgencia para que un profesional valore si es preciso acudir a un hospital realizando un triaje a través de la app.

Seguimiento remoto y telemedicina

Si en algo destaca la mHealth es en su capacidad para proporcionar una sanidad de calidad desde cualquier lugar. Esto se aplica tanto a los pacientes como a los profesionales.

La barrera física deja de ser un impedimento para visitar a un facultativo concreto gracias a esta tecnología sanitaria. Y esto es algo que repercute de manera positiva en los cuadros médicos. Hasta ahora las compañías privadas se veían limitadas a su área geográfica a la hora de elegir profesionales. Sin embargo, con la incorporación de la salud digital ya no hay fronteras en este sentido.

Se pueden realizar teleconsultas incluso con doctores ubicados en otros países, algo que puede resultar necesario si su conocimiento en una materia concreta es superior al de otros profesionales. Pero esta no es la única ventaja en este sentido. Y es que en el caso de pacientes dependientes o que no pueden acudir constantemente al centro de salud (trabajadores, enfermos crónicos o sin acceso a un medio de transporte), esta es la mejor forma de llevar a cabo su monitorización remota a largo plazo.

Controlar a los pacientes a distancia no solo mejora la eficacia y la gestión sanitaria de los recursos clínicos disponibles, sino que también hace más accesible la sanidad para todos los usuarios. Algo que sería imposible sin esta innovación en salud.

Optimización de la comunicación entre profesionales de la salud

No todos los pacientes requieren el mismo trato y, a veces, tienen en su historial consultas con más de un profesional. Esto es algo común, sobre todo, en pacientes de edad avanzada o con varias patologías que hacen uso de la atención médica remota. Por tanto, la comunicación entre todos los facultativos puede facilitar mucho su tratamiento. Aquí la salud a distancia juega un papel muy importante, dado que desaparecen las barreras físicas y resulta mucho más sencillo coordinarse entre los especialistas para tener reuniones a distancia o para compartir información relevante sobre casos concretos.

Las plataformas de mensajería son muy habituales, y en muchas ocasiones se encuentran integradas dentro de otros sistemas más completos de monitoreo de pacientes. Esta coordinación facilita el software resulta muy útil y agiliza los procesos, ya que cuando debe visitarse a otro profesional tan solo hay que solicitar una interconsulta para agilizar la espera. Y lo mismo sucede en caso de que puedan producirse interacciones entre diferentes tratamientos. En cuestión de segundos, se puede escribir al otro profesional para buscar una solución alternativa.

Recetas electrónicas

Las recetas en papel ya forman parte del pasado. Desde hace unos años la mayoría de servicios sanitarios ofrecen a sus pacientes la posibilidad de dar el paso a la receta digital. Con ella ya no es preciso acudir a una consulta cada vez que el paciente se queda sin medicación, porque si ha sido prescrita, todas las farmacias pueden acceder a ella y ofrecérsela de nuevo. Igualmente, el propio paciente puede comprobar desde su aplicación móvil la medicación que tiene pautada y cuándo puede volver a solicitarla en la farmacia. Esto resulta de gran ayuda, en especial para evitar confusiones o errores humanos, algo habitual cuando es el propio médico el que redacta la receta a mano.

Quizá sea uno de los grandes tópicos sobre los médicos, pero sí es cierto que las recetas escritas a mano pueden dar lugar a confusiones. No siempre se entiende bien y algunos farmacéuticos tienen problemas para descifrar su contenido. Esto da lugar a nuevas consultas o se da a los pacientes medicación que no se corresponde con lo que de verdad necesitan. Contar con una receta digital también tiene una gran ventaja para los servicios de salud. Más allá de las facilidades que puedan tener pacientes y farmacéuticos, este servicio reduce en gran medida las consultas y libera los servicios de atención primaria.

Acceso a la información e historiales médicos electrónicos

La salud móvil no solo es útil para los pacientes, sino que los profesionales sanitarios pueden aprovechar sus beneficios. Ya hemos hablado sobre la monitorización remota, pero uno de los más relevantes tiene que ver con el acceso al historial de cada uno de los usuarios de las plataformas digitales desde cualquier lugar. Así, cada facultativo tiene la posibilidad de atender a sus pacientes incluso si se encuentra teletrabajando, ya que no depende de una plataforma física.

De esta forma, si un paciente llama de urgencia para solicitar una teleconsulta, en cuestión de segundos podrá conocer todos sus antecedentes médicos, alergias o intolerancias alimenticias. De igual modo, si se han cargado periódicamente los datos biométricos del paciente, podrá conocer su estado de salud general y el nivel de ejercicio que ha realizado en los últimos días.

Gracias a toda esta información, los médicos pueden ofrecer un diagnóstico más preciso. Y no solo eso, sino que una vez que la consulta haya finalizado, se pueden actualizar los datos médicos y el historial del paciente con la información que se haya obtenido durante la videoconsulta.

Todo esto permite que se produzca una mayor celeridad en la solicitud de pruebas y permite realizar diagnósticos más precisos en mucho menos tiempo. Por ello, se consigue un servicio sanitario más eficiente y de menor coste para las empresas. La monitorización remota y el resto de herramientas de estas apps proporcionan un servicio integral y de calidad para los pacientes.